Actividad: Plantear una actividad de comunicación oral en gran grupo atendiendo a la edad de los alumnos y especificando el tratamiento que se le dará a toda la clase y, en especial, a dos niños: uno que no participa en los diálogos orales y otro que no respeta, no escucha y habla continuamente para imponer su punto de vista.
Tema de conversación y edad de los alumnos
El tema que he decidido tratar en el aula es: “Influencia y uso de la tecnología en niños de Primaria”. La actividad va dirigida a los alumnos del último curso de Primaria, 6º, y las edades están comprendidas entre los 11 y 12 años.
Considero que la actividad comunicativa que se propone puede captar la atención de los alumnos desde el primer momento. Se trata de un tema actual y motivador para ellos, ya que han crecido con la televisión, los móviles y los videojuegos. Esto hace que todos los integrantes de la clase tengan la oportunidad de aportar experiencias y opiniones, ya que en la actualidad la tecnología está al alcance de todos.
Además, basándonos en las operaciones concretas de Piaget, la relación edad-tema es acorde, ya que existe una mejora en la capacidad de pensar de manera lógica y desarrollan el dominio comunicacional con sus iguales.
Contexto para la actividad. Normas de convivencia y respeto
Como se dijo unas líneas atrás, el curso elegido será 6º de Primaria. Se indicarán una serie de normas y la importancia de seguir unas pautas en un debate. De esta forma todos podrán tener su momento para hablar y que el resto les escuche, y así crear un ambiente perfecto para favorecer la conversación.
Normas y pautas:
- Hay que levantar la mano para exponer y esperar a que el moderador indique tu turno.
- Se debe utilizar un tono de voz adecuado, sin gritos.
- No se interrumpe al que está exponiendo.
- Hay que escuchar con atención.
- No están permitidas las burlas.
- Aceptar las opiniones del resto.
Planteamiento del tema
El tema elegido para esta actividad es muy común hoy en día en la sociedad y entre los alumnos de Primaria. Pero para que puedan participar de forma cómoda, la actividad se va a dividir en dos días.
El primer día, el profesor explicará en qué consiste un debate, la duración aproximada, qué objetivos queremos alcanzar, y el tema que se va a tratar. Y como aportación al debate cada uno de los alumnos deberá informarse de lo propuesto para el siguiente día. Por ello, irán al aula de informática a recopilar información.
El segundo día, el profesor realizará una breve introducción al tema presentando una serie de imágenes de la evolución de las televisiones, los móviles, los videojuegos y los ordenadores. A partir de aquí, comienza el debate.
El profesor empezará con una serie de preguntas:
- ¿Son una buena influencia las tecnologías? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
- ¿Es necesario que un niño de 6º de Primaria tenga móvil propio? Justifica tu respuesta.
- ¿La tecnología crea adicción?
- ¿Hay entretenimiento más allá de la tecnología?
A partir de estas preguntas los niños deben comenzar a participar levantando la mano. El profesor será el moderador, a la vez que anotará en la pizarra las valoraciones globales de las cuestiones que vayan surgiendo, para que así, al finalizar la actividad podamos ver cuál ha sido la conclusión acerca de este tema.
En cuanto a la distribución del aula, para que la actividad resulte más cercana y en la que todos puedan ver a la persona que expone en todo momento, las mesas se colocarán en forma de U. De esta forma también, todos verán al moderador.
Participación del niño que no lo hace
Mi propuesta para el niño que no colabora es hacerle responsable del debate, siendo el responsable de recopilar toda la información de sus compañeros. Antes del debate, deberá exponer qué tipo de información se ha aportado, y por último, guardarla en el lugar correspondiente del aula. De esta manera se le hará sentir como una pieza clave y fundamental.
Algo muy importante a destacar, será el papel del profesor. Ha de favorecer la buena comunicación, valorar el trabajo, y sobre todo motivarles.
Actuación del niño que molesta continuamente
En este caso, la solución a la conducta del alumno que molesta, sería darle el papel de ayudante del moderador en el debate. Con esta experiencia vivirá algo a lo que no está acostumbrado, como por ejemplo, dar los turnos de palabra y pedir respeto. Puede que con esto se le ayude a reflexionar y a empatizar.
Evaluación
Al terminar el debate, el profesor formulará una serie de preguntas acerca de la actividad oral realizada para saber cuál es la opinión que tienen de la actividad. Se les formulará preguntas del tipo: ¿Os ha gustado hacer un debate?, ¿Os ha parecido interesante?, ¿Habéis aprendido cosas nuevas?, ¿Os gustaría volver a realizar la actividad?, etc. Estas preguntas serían un ejemplo.
Es importante también que se evalúe la expresión oral de nuestros alumnos. Por ello, se utilizará una rúbrica para registrar lo que se ha observado durante la tarea. A continuación se muestra un ejemplo:
Buenas tardes Marta,
ResponderEliminarMe ha parecido adecuado el tema que has elegido para desarrollar esta actividad y la edad de los destinatarios, hoy día los alumnos de esa edad (en algunos casos antes) ya tienen a su alcance las nuevas tecnologías y están familiarizados con ellas.
El hecho de dividir la actividad en dos sesiones creo que puede hacer que como docente saques mayor partido de ella, acudir al aula de informática para buscar información sobre la temática que propones hace que en esta actividad no solo se trabaje la competencia lingüística, también la competencia digital al buscar y seleccionar información relevante en Internet.
Las preguntas que realizarás al final de la actividad, ¿las irás haciendo uno a uno, o plantearás la pregunta al grupo? Te lo pregunto porque puede que haya algún alumno que no exprese su opinión.
Buen trabajo.
Beatriz.
Bien.
EliminarEs un gran trabajo, Marta. Te incluyo algunas cuestiones a mejorar para que sea perfecto.
ResponderEliminarLa estrategia que has utilizado no es un debate, sino un diálogo. Es cierto que en los diálogos pueden debatirse puntos y que en el debate se dialoga, porque hay intercambio comunicativo… Pero un debate se basa, precisamente, en oponer ideas y, en el diálogo, no es necesario.
Existen dos tipos de debates: los de portavoces (que no son de gran grupo, porque solo hablan unos pocos y otros se limitan a escuchar sin poder participar) y los que parten de posturas contrapuestas (normalmente dos) y los defensores de cada postura aportan argumentos que se comentan, se discuten, etc…
Por ejemplo: A favor o en contra de la tecnología.
Creo que tu tema tema y las pregunta de andamiaje, son más propias de un diálogo en el que los niños pueden posicionarse en cada una de las preguntas y no de forma global.
Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada respuesta que se dé, sea comentada, debatida, completada... entre todo el grupo hasta que se agote, antes de pasar a una idea nueva. De esta forma, no hay solo emisores individuales y sucesivos. Tú eres la única que puede moderar el debate para que esto sea así. Explica cómo lo vas a hacer.
Si el niño que no colabora es el moderador, no podrá participar en igualdad de condiciones que el resto y, en esta actividad, se pide precisamente eso. De todos modos, aunque no existiera esa indicación explícita, la tuya no es una buena solución: debes buscar estrategias para que participe y un contexto que le invite a hacerlo.
Lo mismo ocurre con el niño que molesta. Ponerlo en el papel de ayudante del moderador puede solucionar que el niño no moleste durante la actividad, incluso puede enmascarar el problema, pero no necesariamente lo soluciona.
La rúbrica de evaluación está bien, pero revísala y mejórala porque hay algunos ítems que no proceden en tu actividad y hay otros, que aparecen en la teoría de la asignatura, que no los has recogido.
Debes incluir la tabla de autoevaluación para los niños, con los mismos ítems que tú vas a evaluar pero presentados de forma sencilla y con una descripción de niveles de consecución tipo: nunca-a veces-siempre o mas-regular-bien-muy bien.
Incluye, además, una breve retroalimentación (oral y pública) para cada niño. Un punto débil para mejorar (solo uno cada vez) y un punto fuerte para reforzar y felicitar (uno solo también). De esta forma, ninguno se siente mal. Aunque los niños se autoevalúen, necesitan saber qué hacen bien y qué deben mejorar desde una perspectiva externa.
Recuerda incluir la bibliografía consultada.
Eliminar